Nuestro clima nos permite ofrecer a nuestros clientes una gama muy especial de vehículos, los grandes descapotables de la historia. El más representativo, el Cadillac El Dorado, de los años 70, dado que es el más grande, cómodo y espacioso de todos los cabrios fabricados.
El Cadillac es un coche americano y se nota, si ha llegado ha ser un vehiculo apto únicamente para eventos excepcionales es precisamente porque es un coche excepcional cuyas dimensiones no se adaptan a las proporciones de las metropolis europeas. Si necesitais exteriorizar vuestra alegría, publicar vuestra satisfacción a los cuatro vientos, si os casais realmente convencidos de que es lo mejor que os ha podido pasar en la vida os recomendamos este coche. Lo mires por donde lo mires es un gran coche en todos los sentidos.
El Cadillac es americano por los cuatro costados, nació en Detroit y su mismo nombre lo indica ya que rinde homenaje al fundador de la ciudad; sí, monsieur de Cadillac. Se debe a la mente calenturienta del mayor magnate automovilístico de todos los tiempos, Henry Ford, que se ganó justa fama de fabricar coches modestos, utilitarios, económicos y poca cosa pero que después se dedicó a cardar la lana con este monumento a todo lo contrario, a la más absoluta disipación de lo que puede llegar a ser un coche. Vamos a decirlo claro, es un coche despampanante para gente despampanante que quiere que el día de su boda sea un día despampanante.
Gracias a estos excesos es que la industria automotriz pudo soñar las máquinas perfectas y desarrollar toda una serie de avances tecnológicos que los Cadillacs estrenaban para que hoy pudieran estar presentes en nuestros coches: cosas como el arranque eléctrico, los elevalunas automáticos, la radio incorporada y otras mucho más importantes naturalmente.
Si no hubiera sido por coches así quizá hoy en día aún tendríamos que bajarnos a darle a la manivela para arrancar el motor. Ford y la General Motors aprendieron a hacer coches modernos haciendo Cadillacs, por eso su grandilocuencia puede resultarnos ostentosa pero no vana. No es solo fachada, realmente es un coche grande también por dentro, el de mayor corazón y sabe como haceros sentir la pareja más feliz del mundo justo cuando lo necesitais.
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